Analgesia en el parto

Analgesia para el trabajo de parto

 

¿Qué es?

La analgesia durante el parto consiste en una serie de técnicas y procedimientos médicos que tienen como objetivo la administración de fármacos anestésicos y/o analgésicos para aliviar y mejorar los dolores producidos durante el parto.

 

¿Cómo se realiza?

La analgesia epidural consiste en la inyección de un anestésico local en el espacio epidural de la columna vertebral. Para ello es necesario introducir una aguja entre dos vértebras lumbares. La inyección no duele, ya que el punto de la misma está previamente anestesiado. Después se inserta un catéter (tubito muy fino) a través de la aguja epidural que se mantiene durante todo el tiempo del parto para poder administrar fármacos anestésicos hasta el alumbramiento. Es una técnica especializada que solo puede ser indicada, previo consentimiento de la parturienta, por un médico especialista en anestesiología. Durante todo el tiempo que usted esté con este procedimiento será debidamente monitorizada y será el anestesiólogo quien se encargue de realizar la técnica y de su posterior control durante TODO el tiempo que dure el parto, conjuntamente con el obstetra y la matrona.

 

¿Cuánto dura?: La analgesia epidural se mantiene de forma continua durante todo el proceso de dilatación hasta el momento del parto, y puede ser utilizada como anestesia en el caso de que sea necesario realizar un parto instrumentado (fórceps, ventosa, espátulas) o una cesárea.

 

¿Cuáles son sus riesgos? La frecuencia de aparición de complicaciones es muy baja y, cuando aparecen, en la mayor parte de los casos suelen ser complicaciones leves. Las complicaciones graves son extremadamente raras.

Entre las complicaciones más frecuentes:

  • Dificultad para la punción y riesgos asociados a ésta (punción repetitiva, hemática, de la raíz nerviosa, reacción vagal, parestesias).
  • Cefalea por punción accidental de la duramadre, importante y temporalmente incapacitante con una incidencia del 0,2% al 5%.
  • Dolor lumbar en el postparto y escalofríos, los cuales pueden también deberse al parto per se.
  • Hipotensión arterial, que requiera maniobras posicionales, infusión rápida de líquidos intravenosos o administración de fármacos.
  • Puede aumentar la incidencias de parto instrumental.
  • Fracaso de la analgesia. Podría ser necesaria la recolocación del catéter o incluso una nueva punción.

Entre las complicaciones graves, pero excepcionales:

  • Rotura del catéter o aguja, bloqueo nervioso prolongado, reacciones tóxicas o alérgicas del anestésico, hematoma epidural, encefalitis, meningitis, bloqueo anestésico masivo, lesión neurológica permanente.
     

Consecuencias previsibles de su realización:

Alivio de los dolores del parto. Es importante que usted sepa que en el momento actual no existe ninguna alternativa analgésica igual de efectiva para el parto.

 

Consecuencias previsibles de su no realización:

Si no se realiza el procedimiento, podría incurrirse en un parto más doloroso y en una peor experiencia. No obstante, no es un procedimiento imprescindible